Hacia mitad del siglo XX, en la Costa Caribe colombiana nació un movimiento que recogía los géneros orquestados de la música folclórica como el merecumbé, la cumbia e incluso el porro, denominado Tropical y fueron Lucho Bermúdez, Pacho Galán, quienes extendieron su brillo hasta finales de los 70. El género fue subyugado por la acogida que las nuevas generaciones le otorgaban a la salsa por las letras de sus canciones y hasta la forma de bailar, algo así como el reguetón de la temporada. Joe Arroyo, Juan Piña y después Checo Acosta, aún vigente, permanecieron en la tarea.

La situación no ha mejorado para los exponentes de la música tradicional como la cumbia, que solo tienen espacios en festivales de poco impacto propios de municipios vecinos y a poco alcance de la actual generación. Parece que con Totó La Momposina, Petrona Martínez y Los Gaiteros de San Jacinto se acabara la producción de estos artistas que por muchos factores, se asoman muy tímidamente.

¿Qué posibilidades hay de que un joven de ciudad conozca la cumbia o el merecumbé, por ejemplo? Que lo practique en clase de danza, que venga de familia de músicos de tradición, que lo baile en Carnaval o en una hora loca. Muchos artistas se han resignado a su lucha, el gobierno y los medios, por su parte, no protegen lo suficiente nuestra identidad cultural, las fusiones de reguetón, quien lo creyera, han revitalizado algunas expresiones culturales, esas son las reflexiones de artistas que aún insisten en hacer folclor, los escuderos de nuestra identidad musical Caribe y tradición.

Para Tato Marenco, es la música tradicional la considerada de más baja escala dentro de todas las sonoridades del Caribe. Le sigue la tropical y la champeta. Sin embargo, esta última, aquella popular de barrios marginados de Cartagena, se sobrepuso ante su reinvención, y con ello una ola de nuevos exponentes del género.

Ante la marginación por parte de la radio de la música que representan, algunos músicos y artistas se resignaron. Checo Acosta, el más representativo comercialmente de nuestro folclor, aduce que en Colombia debe existir una ley que exija a los medios de comunicación a divulgar más nuestra cultura, nuestra idiosincrasia. “Pasa en México con sus músicos, en República Dominicana con su merengue, en Cuba con su son cubano, en Puerto Rico con su salsa, que aunque invadan y lleguen temas nuevos siguen apoyando su cultura. Los géneros y las tradiciones deben mantenerse, así la música evolucione hay que respetar las tradiciones”, menciona.

 

LAS FUSIONES, ALIADAS DEL FOLCLOR

La música parece evolucionar y dejar atrás a quien no se reinventa. Para Juventino Ojito, “las fusiones son inevitables, y no se trata de estar de acuerdo o no. Nuestra  propia música es el resultado de fusiones, lo más ancestral que tenemos del Caribe son las gaitas y la necesidad de fusionar las gaitas con los tambores africanos es lo que nos ha dado resultados por ir desde lo más básico”.

La reflexión parte de la misma globalización donde redes, comunicación digital, la viralización y las nuevas comunidades aperturan distintas formas de consumo a las tradicionales como la radio. Entonces esto en verdad puede constituirse en una oportunidad para el folclor, al no tener espacios en la radio comercial. “Hay que tratar entonces de conectarnos en ese tren del movimiento mundial y hasta donde podemos sacar partido de esa situación para beneficio de nuestras instituciones musicales y culturales”, menciona Juventino Ojito.

La dinámica de la globalización, que vean lo que hacemos desde Europa, Estados Unidos permite que los que hacen música allá involucren nuestras expresiones en sus arreglos, se están nutriendo de nuestro folclor, así como en su momento lo hizo Carlos Vives y Joe Arroyo. “Vives empezó haciendo un vallenato tradicional y después lo fue transformando, fusionándolo, porque las nuevas generaciones piden nuevos sonidos, ya que tienen otro concepto de la música y están perdiendo el amor por la tradición. Me quedé impresionado al ver a ‘Residente’ de Calle 13,  allá en Las Vegas, que salió con los Gaiteros de San Jacinto en una presentación. Daddy Yankee incluye cumbia con instrumentos folclóricos como el tambor, el guache, ha metido el acordeón de nuestro vallenato. Es decir, el extranjero está buscando ingredientes para enriquecer su  música y volverla diferente, y  nosotros que la tenemos aquí no la hemos sabido valorarla”, dice Checo.

Para Juventino Ojito, hay necesidad de cambio “Pasado un tiempo y con los nuevos formatos y la llegada del internet empezó a producirse un cambio total en el fenómeno musical, y de hecho todos los que hemos estado vinculados a este movimiento hemos tenido la necesidad de cambiar, de organizarnos con nuevas propuestas, porque las propuestas que se han ido posicionando a través de las redes y este movimiento significan otra cosa diferente, tienen otros valores y otro tipo de aportes para las nuevas generaciones. Entonces el concepto nuestro necesita ser constantemente refrescado y evaluado, además de conservado, porque lo tradicional obviamente hay que conservarlo como parte de nuestro gran patrimonio”.

¿ESTAMOS HACIENDO LA TAREA?

La calidad de los músicos tradicionales, de donde nace y se arraiga la tradición debe ser elevada para que el artista entienda que es su arte el que aporta. “Tener la sabiduría de la escuela tradicional tiene su riqueza, y este artista debe saber lo que eso significa, es decir que su saber sea valorado, trabajar en su autoestima. Debe también, haber un trabajo en conciencia de los músicos, de estudiar y complementar el talento, que no se nutre de otras artes”, es la reflexión de Tato Marenco.

“En este caso nosotros tenemos que revitalizarnos, seguir trabajando en las cosas de nosotros, plantear nuestras propuestas y empezar a considerar elementos de la universalidad y de la globalización como necesario para poder trascender y poder seguir haciendo nuestra música tropical del Caribe Colombiano”, aduce Juventino, mientras que Fausto Chatela, manifiesta que algunos exponentes se encuentran en estado de adormecimiento. “La gente está haciendo cositas pero no lo muestran. Pero ellos no saben la importancia y la trascendencia que tiene que ellos hagan sus aportes ahí, entonces también tendrían que preocuparse por los créditos, por sus créditos y aportes musicales”.

Para Boris García, los artistas deben entender que pertenecen a este momento y tienen que trabajar para competir desde sus sonoridades. “Debemos hacer la tarea y hacer que la gente se entere, luchar por más espacios de difusión, que los videos sean más rotados y que no se mire lo que hacemos como una nostalgia y que sea permanente. Sabemos que hay ciertos niveles de temor, pero ahora no es tan distinto como antes, hay más canales”, concluye.

 

4 PROYECTOS QUE DEBE CONOCER

  1. MUJERES DEL TAMBOR 

Liderado por Juventino Ojito, productor y arreglista. Director musical de más de 60 fonogramas en múltiples géneros musicales de artistas como Joe Arroyo, Checo Acosta, Carlos Vives, Juan Piña, Juan Carlos Coronel, Verónica Vanegas, entre otros.

Es el líder de la fundación ‘Cuarto Verde’, que propende por la difusión y divulgación de las bellas artes, la divulgación y desarrollo de la cultura colombiana. La fundación trabaja con ‘Mujeres del Tambor’,  un proyecto que que desarrolla para la Secretaría de la Mujer (Atlántico), para 6 municipios del sur del Atlántico: Suán, Candelaria, Santa Lucía, Repelón, Campo de La Cruz y Manatí.

El proyecto se está desarrollando de una manera especial, en el que se utiliza el tambor como instrumento de sanación, como fuente de alegría a mujeres que han sido violentadas, desplazadas, y en general a mujeres víctimas de la violencia.

  1. MUSICAL DEL GRAN CARIBE

    Liderado por Fausto Chatela.   Licenciado desde hace 25 años en educación musical, trabaja con niños de 3 a 12 años. Tiene dos Congo de Oro.

Antes de que culmine el 2017 Fausto Chatela presentará un musical, DVD y presentaciones, que recopila y reconstruye una base histórica musical y cultural de la identidad de la música de Barranquilla. Está trabajando en el repertorio típico y tradicional que exalta a Barranquilla, al caribe colombiano, al gran Caribe exaltarlo y darlo a conocer a  esta nueva generación, con ritmos actuales, para que ellos se sientan identificados sin perder el mensaje real que es mantener viva nuestras raíces.

La idea es darle una nueva connotación, nuevos arreglos y sonidos y que a la gente y a los jóvenes les guste. Los ritmos son un poco actualizados, pero la esencia de la letra debe ser la misma.  que parta de nuestra esencia cultural hacia el mundo sin fecha de caducidad.

  1. LOS HIJOS DE MAMÁ CUMBÉ 

Liderado por Tato Marenco. Músico de la escuela Tradicional, con estudios en Ingeniería de Sonido, percusión clásica y tradicional y musicología. Actualmente hace parte del equipo musical de Carlos Vives.

Los Hijos de Mamá Cumbé es la unión de grandes juglares de la música tradicional del Caribe, algo así como el Buenavista social Club del folclor del Caribe colombiano, en torno a la obra del maestro Gabriel Segura Miranda. Totó la Momposina, Petrona Martínez, Lucho Fernández y Lidia Martínez de Segura en compañía de decímeros.

El producto es un álbum de 13 temas inéditos con un sonido nuevo donde se explora la cumbia, el vallenato, el chandé el bullerengue, el mapalé.  El nombre del álbum se desprende de un tema que el maestro interpreta con Totó la Momposina y abarca todo el Caribe con objetivos claros de apropiación de la cumbia, llamada a convertirse patrimonio cultural.

  1. LOS HEROICOS, EL SONIDO CARTAGENERO 

Liderado por Boris García, productor de televisión, actor y cantante. Productor musical de series de televisión.

Heroicos es un proyecto social de música en colectivo, liderado por el cantautor Boris García. En este se reúnen músicos, quienes a partir de nuestra identidad musical Caribe realizan acercamientos con la comunidad.

Exalta los cantos y artistas populares, tradicionales y actuales que han marcado la música en Cartagena y crea canciones que construyen parte de la nueva dinámica musical entre Cartagena y el mundo. Los arreglos musicales de Heroicos conjugan los diversos géneros del gran Caribe y Africa con el Caribe Colombiano, hermanando la raíz primaria de la tradición con la contemporaneidad del sonido actual.

‘Noviembre cartagenero’ es un proyecto que se gesta de Heroicos, que tendrá la participación de 400 artistas cartageneros, entre cantantes,  músicos, bailarines, escritores, todos vinculados al arte que le rinde homenaje a los clásicos cartageneros.

 

 

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