Por Gonzalo Prieto (Colectro)

“Me contaba un señor lleno de experiencia y sabiduría:

que en cuestiones de amor, no se debe jugar con el sentimiento,

y yo jugué por eso hoy en día me arrepiento.

Pero cuando lo siento, que a veces quisiera volver a nacer.”

Canción: Gracias Señor

Composición de Jorge ‘El Pitufo’ Valbuena, grabado por Diomedes Díaz con el acordeón de Juancho Rois (1994) en el álbum ‘26 de mayo’.

 “No me gusta el vallenato”, es la primera frase que respondo cuando me  preguntan  por mis preferencias musicales colombianas; pero inmediatamente hago una pausa y replanteo mi opinión diciendo: en realidad si me gustan algunos vallenatos, sobre todo los “vallenatos viejos”.

“Vallenato viejo” es un término que muchos utilizamos frecuentemente para referirnos a una preferencia marcada de tiempo y estilo en la composición por parte de éste género musical; incluso podemos esconder con ésta etiqueta este “placer culposo” para lograr encajar en ciertos grupos radicales con el género.

Hay una canción, que para mi, ya entra a ser uno de esos “vallenatos viejos” (grabada hace 24 años) pero que hasta ahora no le había prestado atención en su esencia musical; la escuché cuando tenía 15 años y fue “un vallenato más”.

He estado involucrado en el arte de la música desde muy pequeño,  he pasado por todos los niveles de crecimiento con “pasión empírica”. A pesar de haberme graduado de publicista, logré cruzar el umbral de la afición o pasatiempo hasta convertirlo en lo que es ahora: una profesión.

Hoy, tengo argumentos para decir que éste “vallenato viejo” está lleno de una armonía, una letra, una progresión musical, una estructura y una  interpretación tan moderna, diferente y especial, que a pesar de tener unos  24 años de haberla escuchado, se ha convertido en mi “vallenato viejo favorito” y el más moderno a la vez.

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